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Chapulín Colorado 02/09/13 23:05
Ha comentado en el artículo Grabación de la charla sobre el Bitcoin
Cuando el tedio parecía haber librado batalla ganadora ante los demacrados hematíes que recorren mis vasos sanguíneos abatidos irremisiblemente ya por la arteriosclerosis, en un golpe de fortuna, llega a mis ajados labios el elixir que aparca mi incipiente alzheimer e implosiona mis cataratas para que articule estas líneas con redoblado entusiasmo. Pues no han llegado a leer mis ojos la misiva dirigida a Maese Llinares a fin de que se ciña en exclusiva al Análisis Técnico y desdeñe todo lo demás. En su propia casa. Sin condón. Usando como única vaselina el buenismo, el buenrollismo y la progresía. Arguyendo que “sólo pide eso” tiene los arrestos necesarios para reprender al maestro por la incerteza de su base argumental en todo aquello que no le interesa. A fin de cuentas qué interés podría tener no sólo la esclavización de la población sino incluso su deshumanización y la aniquilación de su salud frente a tener repletas las faltriqueras. Comprendo que deber ser muy cómodo que maese Llinares desarrolle las estrategias y, cuando haya beneficios, los méritos -que no el parné- sean repartidos en coautoría, mientras que los fracasos puedan atribuírsele a él en exclusiva. Hasta el momento había observado varias tipologías de críticas: - Las que se han vertebrado sobre inversiones poco afortunadas en función del momento de entrada, como las de la plata o las apuestas cruzadas en los mercados frumentarios. - Las que aducen afanes mesiánicos a Llinares y la ausencia de crítica en el blog, atribuyendo un furibundo sectarismo a sus incondicionales acólitos. - Aquellas que se centran en tratar de deslegitimar sus conocimientos sobre materias tales como la salud o la historia puesto que dinamitan sus dogmas inmutables y fuerzan ineluctablemente a un doloroso revisionismo. Debe ser muy duro aceptar para un médico alópata que está friendo sin aceite a un paciente indefenso ante un tratamiento de radioterapia. Aunque todo es relativo, quizá exponerle a la parienta del doctor que no hay guita para pagar la guardería de los niños o la letra de la berlina de ocho cilindros puede ser infinitamente más lacerante. - Y, las más perversas, las reduccionistas. Estas no es que tengan mala leche, es que son botulismo concentrado. De la guisa “su gran aportación fue la renta fija” intentan minimizar el resto de sus saberes, a la vez que se atribuyen cierta superioridad intelectual al subirse a la atalaya desde donde se acotan las capacidades ajenas y con una sin par capacidad analítico-sintética se le atribuye misericordemente algún éxito parcial. Como los records se consiguen para ser superados, he aquí la proeza. Ya ni siquiera hay que acrisolar lo que escribe el maestro, cuando se le puede requerir que escriba a la carta. Con dos cojones. Llegado este punto me veo en la ineludible obligación de expresar que yo no comulgo con ruedas de molino con todo lo expresado por maese Llinares. No creo que nadie pueda tildarme de obsecuente: es más, como expresa Ibn Asad, la búsqueda de la verdad es ingrata, es incómoda, no gusta y supone innumerables renuncias. Confío que con este comentario me granjee meritoriamente la animadversión de esta comunidad bloguera e, incluso, del cicerone de la misma. Desde mi enfoque, el maestro debe aún perseverar en lo referente a la comprensión de la esencia del dinero. Su irrupción en el mundo de los metales preciosos ha sido abrupta, sin el tiempo necesario para cimentar un sistema estable sobre el que edificar una estructura sólida. Bajo mi prisma, a la apreciación del oro y la plata como dinero real se puede llegar desde tres vías: - Desde el academicismo. Como claro ejemplo tendríamos a Richard Cantillon, padre de la economía política moderna y metalista teórico por antonomasia. - Desde el empirismo. Un ejemplo de lo anterior sería la augusta abuela de maese Llinares que prefería que su cosecha se la pagaran con duros de plata como eficaz método para superar la inflación. - Desde el desengaño. Y aquí emplazaría al propio maese. En realidad, como buen ventajista profesional, no le gustan ni el oro ni la plata por sus costes de extracción, transformación, transporte, custodia, márgenes comerciales, impuestos y/o señoreajes. Pero los prefiere a casi todo lo demás, porque es históricamente el dinero que supone una mejor reserva de valor. Y este camino no ha sido fácil. Ha dado muchos palos de ciego hasta aquilatar el peso específico de los metales preciosos en la historia monetaria y indisociable naturaleza como materia prima y dinero real, sin que aún tenga claro algunos de los conceptos nucleares ya que, amigo Llinares, el dinero es algo más que lo descrito en la güisquipedia -ésta se la debía por el nefando chascarrillo de la infanta de naranja-. Recuerdo algún pasaje en que proponía las horas de trabajo como dinero. En otro, valoraba una fusión de las divisas euro y dolar atribuyéndole valor intrínseco debido a que cotizaría con deuda de las principales empresas. Incluso, para algunos, hizo un guiño a los bitcoños, aunque supongo que como venganza a los blogueros más reacios a aceptar el dinero real . Evidentemente hemos de disculparle esta serie de cándidos y ruborizantes desaguisados propios de un mozalbete asilvestrado. Digamos en su defensa que hasta el propio Newton tuvo sus desventuras en la Compañía del Mar del Sur.
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Chapulín Colorado 26/02/13 00:48
Ha comentado en el artículo Cómo se fabrica una tendencia impecable
Expresar que la plata está en una burbuja es una sandez mayúscula. En primer lugar se debería comprender qué es una burbuja y la importancia del crédito en la generación de la misma. Ante el advenimiento del Apocalipsis, sin duda prefiero mi plata a sus cromitos de colores; con la primera podré fabricar balas que me protejan de licántropos de todo tipo y condición, mientras que su papel servirá, a lo sumo, para limpiarse el culo. Escribe usted: "La imaginacion al poder.... ahora mismo a día de hoy los papelitos se siguen intercambiando por vienes básicos como desde hace siglos se viene haciendo, esa es la realidad". Obviando su deplorable ortografía, le he de decir que enristra los desatinos como si fueran ajos. La imaginación no alcanza el poder, sino más bien éste se vale del adocenamiento de la población para proyectar un sistema económico basado en la ficción de un dinero falsario que nos envilece a todos y arruina a los más vulnerables. Una moneda de plata es dinero real. Como lo lleva siendo desde los últimos seis milenios, incluso mucho antes de que se acuñaran los cospeles. Para obtenerla se ha de hacer una considerable inversión en capital para la industria minera, en energía, en transporte y en esfuerzo y sufrimiento humano. Debido a sus singularísimas características se ha considerado valiosa en cualquier momento histórico. El dinero fiat virtual es un engaño para bobos. Un timo en toda regla por el que se crea y reparte dinero a discreción detrayendo la riqueza a los pobres para transmitírsela a los privilegiados del sistema y someter a la humanidad. Algo que se crea de la nada y cuyo valor intrínseco es nulo. Para los auténticos metaleros que se hunda el precio de la plata no nos provoca tribulación alguna. Nos sirve para acumular más. Sabemos que al final alcanzará el valor que le corresponde, recogiendo un enorme transvase de la riqueza representada por los cromitos de colores. En relación a su desencaminada aseveración de que el dinero de papel sirve para intercambiar bienes básicos como desde hace siglos, pues yerra de cabo a rabo. No comprende la fenomenología de la evolución histórica del dinero. Inicialmente el papel moneda era DINERO FIDUCIARIO que solía tener una naturaleza jurídica de certificado de depósito y promesa de pago convertible al portador con entrega física del metal (habitualmente oro o plata). Luego los billetes no eran propiamente dinero sino el medio para su obtención. Los bienes de adquisición cotidiana se compraban usando fraccionario...en metal (en el sistema español cobre y plata), no en papelitos...que otrora eran considerados valiosos como también lo era el oro. ¿Y cuando se empieza con la impresión masiva de billetes? En torno a la Primera guerra mundial, cuando ya se evita la convertibilidad del dinero de papel en su valor metálico y el dinero FIDUCIARIO se transforma en dinero FIAT (del latín "hágase") por el que la fuerza del dinero no radica en la confianza, sino en el imperio de la ley que otorga valor liberatorio a un trocito de papel cuyo valor intrínseco es cero patatero. Comienzo a pensar que mis comentarios son baldíos. Lo he expresado hasta la extenuación. O ustedes son unos genios o deberían copiar a Llinares, que es un oportunista desinteresado, valga el oxímoron. Si respecto al sistema económico actual, se toma como símil la paradoja del gato de Schrödinger tan usada para asimilar intuitivamente la mecánica cuántica, ¿qué posibilidades se contemplan? http://es.wikipedia.org/wiki/Gato_de_Schr%C3%B6dinger Pues que el gato podría estar muerto, o podría seguir vivo, o podría estar vivo y muerto a la vez, o podría estar alternativamente vivo y muerto, o podría disociarse y pasar a un universo paralelo en el que en uno estuviera vivito y coleando y en el otro más seco que la mojama. Y a partir de aquí se podrían elucubrar todo tipo de nuevas teorías incluso más peregrinas: el gato fallece y su alma pasa a un estado de conciencia superior, muere y le quedan seis vidas más o incluso fenece y se reencarna en el Ratoncito Pérez. En esta situación se sienten muy cómodos los relativistas. Nadie sabe a ciencia cierta qué acaecerá y la única que tiene la bola de cristal es la Bruja Avería. Amparándose en el incierto futuro aquí cada cual hace la meadita para marcar territorio aunque no tenga ni la más pajolera idea de la materia que trata tan sólo para henchir su ego con ruidosas cencerradas. Pero un oportunista puede sacar partido de ese incierto experimento. Por supuesto. Hay dos realidades incontrastables que no debe pasar por alto el perspicaz observador: 1.- El experimento está amañado. Quien lo ha creado, lo controla y puede alterar voluntariamente las condiciones de su evolución en función de sus intereses. O incluso, sin poder alterar el resultado, se puede mentir sobre lo realmente acaecido. 2.- El gato está cada día un día más cerca de la muerte. Luego en realidad apostar por la muerte del sistema es lo más seguro. El sistema, como el gato, morirá envenenado, por edad o por inanición o porque se lo zampará una boa constrictor que pasaba por allí...pero la palma, seguro. Y no es que lo diga yo, todo flamenco, no. Lo dice la matemática probabilística: se conocen infinitamente más casos de cadáveres de gatos que de felinos inmortales. De la misma manera que a lo largo de la historia hay muchas más divisas muertas y enterradas que vigentes. No es necesario que colapse el sistema, ni que haya hiperinflación, ni el Apocalipsis, ni Mad Max (aunque no hay que desdeñar ninguna posibilidad) para que se transfiera a los metales preciosos un alto porcentaje de la riqueza ficticia que hasta ahora albergan el dinero fiat y los derivados financieros. Son bienes que han superado la prueba del algodón durante milenios y que ante las adversidades puedan avecinarse, suponen una reserva universal de valor. No en vano, los países emergentes, especialmente los asiáticos están acumulando ingentes cantidades de oro y plata, ante el nuevo cambio de ciclo que estamos viviendo, en el que el eje de poder está desplazándose desde las potencias occidentales hacia Oriente. Cuando uno observa la evolución del dólar estadounidense desde 1971 ve que el colapso de la divisa es irrefrenable máxime cuando la deuda pública es absolutamente inasumible (y sigue al alza) en las condiciones de mercado actuales. Sólo hay dos opciones posibles y probablemente coincidirán ambas: la guerra y creación exponencial de dinero fiat virtual. Como colofón: a algunos de ustedes no es que los árboles les impidan ver el bosque, es que las setas no les dejan ver el sotobosque. Por enésima vez reivindico que son muy afortunados porque el cicerone de este blog, maese Llinares, comparte gratuita y desinteresadamente sus conocimientos. Copien hasta la extenuación: en este caso plagiar es lo más inteligente.
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Chapulín Colorado 22/02/13 03:56
Ha comentado en el artículo Cómo se fabrica una tendencia impecable
Interesantísima aportación la suya: usted considera justo que un cromito de colores de 100 dólares USA de nominal,cuya impresión cuesta 8 centavos de dólar, permita la adquisición de cinco a siete onzas de plata ya que esta última está burbujeada. Ese justo precio al que se refiere, ¿lo toma de la Escolástica? ¿O más propiamente de la Escuela Catódica? : http://www.youtube.com/watch?v=pK1SoDC4etA Debo reconocer que hay personas con especial capacidad para las artes adivinatorias, capaces de concatenar infalibles vaticinios provenientes de la revelación de mágicos augurios. http://www.youtube.com/watch?v=hrXcAHgEHtA Ojalá acierte plenamente, ya que pocas cosas me harían más feliz que la plata retornará al nivel de los 15 dólares USA por onza troy.
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Chapulín Colorado 21/02/13 20:01
Ha comentado en el artículo Cómo se fabrica una tendencia impecable
Estrategia de inversión en plata física: venta del seguro y acumulación de mayor cantidad de metal. Como se puede colegir del título, se puede optimizar la actual situación bajista de la plata (por debajo de 700 €/kg) para vender las monedas de 12 euros con un premium casi intacto (de 13,25 a 14 € por moneda)y adquirir otras piezas con un precio alrededor del spot. La plata física no ha de ser necesariamente un activo estático, sino que se puede traficar con ella para generar plusvalías y maximizar la inversión a largo plazo cuando obtenga un transvase de riqueza proveniente del colapso del sistema financiero contemporáneo basado en el dinero fiat. Estos días he realizado yo mismo esta estrategia y las cifras son espectaculares: un 20% más de metal sobre el volumen negociado (aunque más de un 10% ya sería altamente recomendable). La prima de seguro que todavía se paga en las monedas de 12 euros (en este caso como premium) lo considero absolutamente excesivo y unos avezados metaleros oportunistas, como ustedes, deberían sacarle partido al temor ajeno de pequeños inversores legos en la especialidad; máxime cuando a precio de metal, las monedas de 12 euros en la actualidad valdrían 11,6 euros. ¿Es posible sacar partido de la venta del seguro y limitar incluso así las pérdidas? Sí. De entrada, al tener un 20% más de plata, si tuviera que hacer una venta por necesidad...el primer tramo hasta el 20% del metal ya lo habría obtenido gratis. Además se ha dado la casualidad, de que en la plata a peso que he adquirido se incluía un lote abultado de monedas de 10 marcos de plata de Alemania. El precio unitario ha salido a 6,25 euros, con un valor de cambio de 5 euros en el país teutón. Luego, como máximo podría perder un 20%, tras haber adquirido, de entrada, un 20% más de plata en la primera transacción. Les adjunto enlaces para quien no conozca los 10 marcos de ley .625: http://www.24carat.co.uk/frame.php?url=munich1972olympiccoins.html http://www.coininvestdirect.com/wiki/german-10-dm-silver-coin/ Si bien hay otras monedas históricas cuya adquisición me parece más interesante y divertida, éstas cumplen la función de aumentar la cantidad de plata y mitigar temores ante un posible desplome de la cotización. A largo plazo, ese 20% obtenido de más, podrá suponer para muchos de ustedes lo que no ahorrarán en años de trabajo. Tiempo al tiempo. La tormenta perfecta se sigue configurando.
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Chapulín Colorado 14/02/13 19:34
Ha comentado en el artículo Noticias, curiosidades y eventos relevantes
A mí con las monedas me ocurre como con las féminas: entre belleza y pureza suelo decantarme insoslayablemente por la primera. Luego sí suelo adquirir habitualmente piezas con un contenido en plata inferior a 900 milésimas. Las razones son diversas: - El precio por gramo suele ser ostensiblemente inferior en las monedas de leyes más bajas. En ocasiones puede ser interesante obtener más cantidad de metal por el mismo dinero. - Hay monedas, como las del Centenario español que sólo se acuñaron en leyes bajas. En concreto, las piezas de 20 y 50 céntimos de peseta (realito), peseta y dos pesetas (pesetón) tienen una ley de .835, como también la peseta de plata de la Segunda república. Renunciar a las leyes más bajas, supondría eliminar de un plumazo una parte nuclear de la historia monetaria y la numismática no sólo patria, sino también a las de la Unión Monetaria Latina. A tal respecto formulo una digresión: Si no cuidamos nosotros de nuestra historia y cultura, ¿quién lo va a hacer? ¿Los chinos de los bazares de todo a un euro? En el actual mercado es posible comprar moneda histórica del siglo XIX (en una calidad aceptable: BC/MBC-, en graduación numismática), más asequible por gramo de plata pura que la contenida, por ejemplo, en las monedas de 12 euros. Evidentemente la belleza de un realito de Alfonso XIII pelón o un pesetón con la efigie del mismo monarca como cadete es muy superior a la mayoría de los engendros acuñados en los últimos años por la FNMT. Hay monedas, como los dólares de Canadá, muchos de los cuales son muy bonitos, que sólo se han acuñado en leyes de .500 y .800, incluso en calidad proof. - Por una cuestión de divisibilidad: la plata contenida en 4 pesetas de ley .835 es equivalente a la contenida en una moneda de 12 euros de ley .925, pero con las primeras podría hacer en el futuro más transacciones de menor valor, lo que les atribuye un valor añadido. - Como estrategia defensiva: existen monedas con un idéntico formato y distinta ley. Por ejemplo, el medio dólar de los EE.UU. de 1964 con la efigie de Kennedy en el anverso, que tiene una ley de 900 milésimas de plata y 100 de cobre y peso de 12,5 gramos. En cambio, las de 1965 a 1970 tienen una ley de 400 milésimas de plata y el resto de cobre con un peso de 11,5 gramos (mismo tamaño, pero inferior densidad). Para quien sea un numismático avezado, las sabrá distinguir a primera vista, pero el gran público carece de dichos conocimientos. Luego si en el futuro se les ha de dar un uso imprevisible y a uno le pretende timar la contraparte, no estará de más tener piezas de plata, pero de ley inferior, con las que mitigar los perniciosos efectos de una transacción abusiva.
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Chapulín Colorado 10/02/13 19:40
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La curiosidad mató al gato, pero allá usted. Obviando otros activos, mi correlación entre plata física y dinero fiat sobre 100, debe oscilar en torno a 98 a 2 a favor del metal. A colación con el aforismo que versa sobre tontos, listos, papeles y metales, hace unos días se ha devaluado oficialmente el bolívar fuerte venezolano. Los que tenemos bolívares de plata estamos muy serenos, aunque es un aviso para navegantes de los avatares que sufrirán los poseedores de divisas, no sólo sin valor intrínseco, sino ni tan siquiera sin soporte físico (como ocurre con el dinero fiat virtual o bits digitales de los bancos) en el periplo de un sistema financiero dirigido a la deriva.
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Chapulín Colorado 10/02/13 18:53
Ha comentado en el artículo Noticias, curiosidades y eventos relevantes
Difícilmente adquiriría las monedas a las que usted se refiere, si no me las vendieran muy por debajo del valor facial, lo que es improbable . Las piezas de 12 gramos y ley .900, con un contenido en plata fina de 10,8 gramos, luego son peor inversión que el engendro patrio de la FNMT de 12 euros. Las monedas de 2012 de 10 euros de Francia, son incluso menos recomendables, con 10 gramos y ley .500. Evidentemente el Estado francés y la Monnaie de Paris no están interesados en perder dinero, por eso aplican un alto señoreaje. Entonces, ¿qué piezas francesas pueden ser muy interesantes? Pues yo optaría por los 5 francos, que es la moneda precursora de las 5 pesetas españolas y que actualmente se pueden comprar por el valor del metal, las de algunos años concretos. El formato, el peso y la ley son los mismos que nuestros duros nacionales (25 gramos y ley .900). Los 5 FF se crean en la Primera República en 1795 y sobreviven (sin variación alguna de su contenido en plata) al Directorio, al Consulado, al Primer Imperio con Napoleón, a la Restauración monárquica (Luis XVIII y después Carlos X y Luis Felipe I), a la Segunda República, al Segundo Imperio con Napoleón III y a la Tercera República hasta poco después de la Primera guerra mundial. La moneda tipo Hércules (del grabador Augustin Dupré) se ha emitido en todas las Repúblicas (excepto en la cuarta). En la Quinta República se acuñó de 1965 a 1973, con las mismas características físicas, pero con un valor facial de 10 francos, que en realidad corresponderían a 1000 francos, por la conversión de 100 francos antiguos en 1 franco nuevo que acaeció en 1960. Luego una moneda que había pervivido más de un siglo inalterada en su composición metálica e idéntico facial, en 40 años tuvo que multiplicar su valor nominal por 200 para contener la misma cantidad de plata, por los perniciosos efectos del dinero deuda de papel o dinero fiat. En 1974 se dejaron de acuñar y se puso en circulación la moneda de 50 FF (que aunque sólo contenía un 20% más de plata su valor nominal se había multiplicado por cinco). En enero de 1980, la plata alcanza su máximo histórico intradía en el Chicago Board of Trade (CBOT) y supera los 52 $/oz. troy, y Francia abandona la producción de estas monedas. Luego entre las monedas recomendables a precio muy razonable (en torno al precio spot del metal) se pueden encontrar los 10 francos, los 50 francos y los 5 francos del siglo XIX (las de la 3ª República se pueden encontrar incluso en buen estado (BC) y las de la 2ª Republica, Luis Felipe I y Napoleón III algo más flojitas), que para ser piezas con casi siglo y medio de antigüedad es un auténtico chollo.
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Chapulín Colorado 03/02/13 19:15
Ha comentado en el artículo Noticias, curiosidades y eventos relevantes
Me dirijo a maese Llinares, alfaquí de los saberes financieros, para comunicarle mi duda sobre si la postrera entrada del blog no adolecerá de redundante. A estas alturas cuestiono que haya lector alguno que no vislumbre la crónica de una muerte anunciada que se avecina sobre el sistema financiero actual. Este fatal desenlace que se materializará el día que caigan el dólar y las demás divisas fiat virtuales es una prolepsis que no hemos de afrontar con fatalismo sino, como Séneca, con estoicismo y templanza. Confío en que todos sus seguidores hayan hecho los deberes y a estas alturas del curso hayan reconvertido sus activos de papel en bienes tangibles, especialmente en metales preciosos que, previsiblemente, estarán entre los mejor situados para capear el temporal. Es más, tengo tan enorme convicción en la efectividad de sus comentarios, que pondría ciegamente la mano en el fuego a que todos sus prosélitos ya han retirado sus cromitos de colores de las zarpas vulpinas de la Banca para evitar la evanescencia de su riqueza y su transformación efectiva en dinero real. Ahora bien, permítanme que antes me proteja con una manopla ignífuga, puesto que como solía decir el contrabandista, banquero y mecenas Juan March Ordinas: "en España cada día nace un tonto nuevo". En referencia a Lady Krisis: me alegra sobremanera su metamorfosis en el ámbito metalero, en el que se ha ido transformando paulatinamente de discente a docente. Efectivamente como bien apunta, en la actualidad hay menos plata disponible para todos al precio spot del mercado de futuros. En España llevábamos bastantes años siendo exportador neto de oro y plata. Se ha fundido mucha plata procedente de objetos, stocks de joyería y platerías y moneda circulada, hasta el punto en que ya no salen las cantidades de metal del pasado. Hace unos años aparecían lotes de 100 pesetas de Franco y duros de plata con más frecuencia y de más volumen en metal. En la actualidad el sector está más atomizado que antes, con la irrupción de la miríada de establecimientos de compraventa de metales preciosos que captan metal y lo exportan a empresas de tratamiento de metales multinacionales. Me congratulo con usted por que haya dado el paso de ir deshaciéndose de las monedas de 12 euros, para monetizar el implícito seguro que conllevan y adquirir una mayor cantidad de metal. Ésta es una lección magistral con la que debería ilustrar al resto de blogueros: obtener hasta un 15% más de metal en esta etapa de corrección de la cotización e, incluso, adquirir a menor precio por gramo de metal monedas del siglo XIX mucho más bonitas y con mayor potencial de revalorización (por su valor histórico y numismático, si despegara el coleccionismo) como muchas de la Unión Monetaria Latina. http://en.wikipedia.org/wiki/Latin_Monetary_Union
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Chapulín Colorado 19/01/13 10:27
Ha comentado en el artículo Infográficos sobre la plata
Parece que el próvido maestro Llinares ha instaurado la plata como asignatura troncal, hasta el punto que cualquier otro tema que aborde aparece como una extemporánea digresión. Una vez despejado el campo de todos los botarates serpenteantes que pretendían tenderle todo tipo de celadas y desvirtuar su mensaje atribuyéndole abyectamente que fuera un charlatán diletante en temas tales como la salud o los valores tangibles. Como si dominar una materia como el análisis técnico fuera óbice para afrontar el estudio de una cefalalgia o propalar pedagógicamente el enorme potencial que brinda la adquisición de plata. Sobre los infográficos debo expresar que son una forma fácil, amena y rápida de obtener una visión general sobre el metal: altamente recomendables para los neófitos, son matizables para los avezados metaleros y cuestionables para los expertos. En una de las viñetas, se cita textualmente: "1967 AD. The US removes all silver coins from circulation". Eso es falso, por ello diverjo enérgicamente. Lo que ocurrió en 1967 es que el Departamento del Tesoro cesó en las ventas de plata al viejo valor monetario de 1,2929 $/ oz. troy. En 1964 se procedió a sustituir el contenido metálico de moneda fraccionaria de 10 centavos (dime), 25 centavos (quarter) y medio dólar (half dollar). En las dos primeras monedas se abandonó la plata de ley .900 para acuñarlas en cuproníquel; mientras que la moneda de medio dólar con la efigie de Kennedy en el anverso se siguió acuñando dirigida a la circulación ordinaria de 1965 a 1970, con la particularidad de que la ley era de 400 milésimas. Posteriormente, la plata de los "halves" fue sustituida por cuproníquel también (aunque hubo emisiones ulteriores en plata dirigidas a los coleccionistas e inversores que pagaban por encima del valor facial, entre las que destaca la moneda bullion Silver Eagle acuñada desde 1986). En realidad, no se retiró la plata de la circulación, sino de la emisión de nuevas monedas; debido a los perniciosos efectos de la inflación el contenido metálico hacía deficitario la acuñación de estas monedas o la venta del metal que había sido acaudalado por el Tesoro. Obviamente, por la ineludible aplicación de la Ley de Gresham, es el propio mercado el que en la práctica promueve la retirada de las monedas cuyo valor intrínseco por la plata contenida es superior al valor nominal. Y aunque podría seguir con mis cuestionamientos, dudo que hiciera algún bien a los aquí lectores perseverando en la siembra de la incertidumbre sobre los infográficos: es mejor dejarlo así. Disfruten y aprendan de los datos aportados y el originalísimo despliegue visual.
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Chapulín Colorado 06/01/13 12:39
Ha comentado en el artículo Feliz y próspero reinicio del sistema
Vaya, vaya, con la toalla. Seguimos con la misma cantinela e idéntica contumacia. Si tiene alguna duda sobre las tendencias, pregúntesela a Llinares, que para eso es el experto por antonomasia en la materia. A mí me es indiferente la tendencia cuando compro plata física, puesto que voy a largo y para mí es una reserva de valor. Respecto a las monedas de 12 euros SÍ TIENEN VALOR LIBERATORIO, independientemente de su fecha de emisión, otra cosa distinta es que el acreedor no tiene la obligatoriedad de aceptarlas a partir de las conmemorativas de Isabel II, que no es lo mismo. Sí se puede comprar con ellas (yo mismo lo he hecho en alguna ocasión) y las cambian en numerosas sucursales de la banca comercial, no sólo del Banco de España. La redacción de las Órdenes Ministeriales a tal respecto es tan patética que no dejan claro si es una moneda de curso legal, aduciendo al valor liberatorio, pero si dos particulares deciden aceptarlas como medio de pago y de cobro, por supuesto que liberan de la obligación, con independencia de la pésima redacción de la norma. Para ir espetando más carne al pinchito moruno de las tonterías, nos dice que el Estado va elevando el facial de las monedas de plata para que le sea rentable. POR SUPUESTO, SINO PERDERÍAN DINERO A ESPUERTAS. Es lógico que la emisión del dinero cueste menos que su valor, a excepción de las monedas de 1 y 2 céntimos de euro, en las que el Estado pierde dinero, porque su coste de acuñación y distribución es superior. Pero cuánto cuesta acuñar hoy en día una moneda de 30 euros de plata: pues aproximadamente producirla en la FNMT le puede salir al Estado por unos 14 euros si se incluye el coste de los cospeles de plata .925 y cobre y los costes de acuñación y distribución. El señoreaje de dicha moneda puede ser, aproximadamente, en función de la cotización del metal, de algo más del 50%. Evidentemente no son monedas que yo recomiende, para eso es mejor comprar las de 12 € (que contienen la misma cantidad de metal), a un precio aproximado de 13 € en el mercado. ¿Pero si el señoreaje en las monedas es alto? ¿Cuál es el señoreaje en los billetes de papel? Pues es casi absoluto. Un billete de papel de 500 € tiene un coste de fabricación aproximado de 12 céntimos y un valor intrínseco aún inferior. El dinero de papel es una reminiscencia para tontos de lo que fue el dinero fiduciario, en los que el billete era un certificado de depósito y una promesa de pago con entrega física de un metal precioso al portador. Ahora no es absolutamente nada. Es dinero creado del aire. Y la gente se lo traga todo. Pero no sólo se lo tragan sino que se rebelan ante todo aquel que les intente revelar la verdad. Los argumentos son de lo más peregrino...como hace el bloguero Erbey: aduciendo que el Estado gana con las monedas de plata y que además hace pocas. Pues coño, claro. No hay monedas para todos. El dinero amonedadado en metales preciosos son para los listos y prudentes. Para los tontos se ideó algo infinitamente más barato: el dinero de papel y el dinero digital, que se puede crear a discreción tan sólo poniendo la imprenta en marcha o tecleando unos guarismos en el programa informático. Respecto a los impuestos: las monedas de plata están sujetas a IVA, tanto en el régimen general, como en el especial de objetos usados y de colección. ¿Pero siempre se tributa por este impuesto indirecto? Ejem, ejem...mejor hacer como en el programa televisivo: PASAPALABRA. Los particulares tienen una forma muy barata de comprar plata, con las monedas de 12 euros o de 2000 pesetas adquiridas a otro particular, que no les cobrará el IVA. Las monedas tienen un seguro de cambio y no cometerán ningún fraude si se compran o venden entre particulares. Pero si bien el IVA es soslayable, no así es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por la adquisición del dichoso huertecito que Erbey desea adquirir. Y no sólo eso, para darle seguridad jurídica a la operación, se deberá pasar por la notaría y el Regitro de la propiedad. Además, claro de pagar el IBI anualmente. Yo coincido con usted. Es un gran error confundir valor con precio. La plata continua baratísima en precio. Es la única materia prima que está a un precio un 40% inferior que hace 32 años y que en este período no ha alcanzado su máximo histórico desde 1980. Vale mucho más de lo que cuesta. Es curioso cómo miente la gente: al principio te expresan que son reacios a invertir sus activos en una economía de Armagedón y que prefieren emplearlos en inversiones no catastrofistas como empresas que brinden dividendos y, por arte de magia, cual tahúres del Misisipí, luego te salen con el terruño que no sólo produce sino que además sirve para aportar valores a sus hijos. Como si por agarrar la azadilla se pudiera transmitir por telepatía la Ética nicomáquea. Tengo un conocido que es un miserable moral. En el colectivo en el que me integro, anualmente se hace una cena con un coste elevado por los excesos de la misma. Como a él no le apetece sufrir tal maltrato a su peculio, desde hace años ya no acude, habiéndose quejado reiterativamente del estipendio, aunque su economía sí se lo permite. Hasta aquí todo correcto. Pero lo inmoral es que cuando se le invita, aduce que no puede asistir porque quiere mucho a su familia y no puede estar sin ellos, no como los demás. No va a alegar que es un miserable, obviamente. Es mejor echar mierda sobre los demás que asumir lo que uno mismo es. No me extrañaría que en los próximos argumentos para desechar plata, se adujera que se prefiere comprar botes de judías cocidas y paquetes de un kilo de macarrones, porque se quiere con todo el amor de su alma a sus hijos y obviamente la plata no se puede comer, siendo una reliquia bárbara destinada a los desalmados que no piensan en el bienestar de los suyos.
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