La implementación de paneles solares se registra como una inversión en un activo fijo, ya que se trata de una mejora permanente en la infraestructura de la empresa. En la mayoría de planes contables, este tipo de proyectos se ubica dentro de instalaciones técnicas o maquinaria, dependiendo de cómo clasifique la empresa sus activos energéticos.
El asiento inicial consiste en cargar a la cuenta del activo fijo el valor total del proyecto —en tu caso, 20 millones de dólares— y abonar a proveedores, bancos o la cuenta que represente la forma de pago o financiación. Después de la puesta en marcha, el activo comenzará a depreciarse según la vida útil establecida para este tipo de instalaciones.
Si intervino personal propio en la ejecución del proyecto, sus costos no se capitalizan; se registran como gasto del período. En estos casos, un
software de nómina ayuda a identificar con claridad qué parte del costo laboral corresponde al proyecto y qué parte a las operaciones habituales.