Ya lo dice el viejo refrán: “cuando las deudas entran por la puerta, el amor sale por la ventana” y aunque parezca un chiste, la realidad es que ¡muchos matrimonios fracasan por problemas financieros! Crear unas reglas claras que guíen las finanzas familiares permitirá una convivencia más tranquila. Aunque una buena organización financiera no asegura estar casados para siempre ¡al menos ésta no será la causal que utilices para divorciarte!
Cada pareja es un mundo diferente, pero, generalmente, cuando tenemos la oportunidad consultamos a otras parejas amigas la forma en que manejan sus finanzas, porque cualquier consejo que podamos aplicar o evitar, no está de más para estar saludables financieramente y evitar tirar nuestro dinero.
Así que considero importante compartir con ustedes las reglas sobre el manejo financiero que nos han permitido, a mi esposo y a mí, ir construyendo nuestro futuro sobre bases sólidas.
1. Nada de mis ingresos, ni tus ingresos, ¡son nuestros ingresos! Créanme, no fue la regla que aplicamos al inicio de nuestro matrimonio, tuvimos más de dos intentos fallidos antes de descubrir que era la fórmula correcta. Tener todo en una bolsa común, nos beneficia a los dos y nos brinda tranquilidad y es que ¿quién no se siente tranquilo cuando sabe en qué terreno pisa?
2. Tenemos un presupuesto familiar. Planear y hacer seguimiento a nuestro presupuesto mensual es de gran ayuda, ya que podemos ver con claridad en qué estamos gastando nuestro dinero y también, en caso de requerirlo, saber en qué rubro podemos ajustarnos con más facilidad.
3. Cada quien tiene sus responsabilidades en el tema financiero. En nuestro hogar nadie es ajeno a saber medir el pulso de nuestras finanzas, así que, es básico que todos los miembros de la familia estén involucrados con el tema y, desde el más chico hasta el más grande, tengan un rol definido y con el cual se sientan identificados y a gusto.
4. Cada quien tiene sus responsabilidades en el tema financiero. En nuestro hogar nadie es ajeno a saber medir el pulso de nuestras finanzas, así que, es básico que todos los miembros de la familia estén involucrados con el tema y, desde el más chico hasta el más grande, tengan un rol definido y con el cual se sientan identificados y a gusto.
5. No hay secretos financieros. De aquí nace la confianza de la pareja, no hay gastos ni deudas ocultas, no hay ingresos ocultos. Como dice la canción “las cartas sobre la mesa. Sabes bien que no hay sorpresas”.
6. Negociamos cuando de gusticos se trata. Obvio que los dos tenemos nuestras debilidades, aquellas cositas que, aunque sabemos no son indispensables en la canasta familiar, se podrían comprar en algún momento, pero... como no siempre las cosas que quiere él las quiero yo y viceversa, unas veces cede él y otras yo.
7. Educación financiera. Como pareja entendimos que, si queremos controlar nuestro futuro financiero, nunca es demasiado tarde, ni demasiado temprano, para mejorar nuestra educación financiera, debemos estar en continuo aprendizaje.
Sobra decir que nada se logra de la noche a la mañana, ni crean que para nosotros has sido fácil, pero aplicando estas reglas con amor, persistencia y buscando lograr cosas en común, van a conseguir, al igual que en nuestro hogar, finanzas saludables que evitarán discusiones y peleas por dinero. Recuerda: Pareja que trabaja unida, permanece unida.
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