Para Robert Kiyosaki el dinero es un juego, en el cual, nos guste o no, en algún momento de la vida, todos entramos a participar. Si tenemos en cuenta que -en promedio- una persona termina sus estudios a los 25 años y espera retirarse de su trabajo a los 65 años, el juego duraría 40 años que, divididos en cuartos, daría 10 años por cada cuarto. Por lo general esperamos, en esos años productivos, ganar y ahorrar lo suficiente para: retirarnos, llevar una vejez tranquila y digna, sin preocupaciones de índole financiero.
La realidad es que muchas personas llegan a la edad de retiro sin haber logrado llevar sus finanzas a un nivel que les permita vivir sin aprietos. En el mejor de los casos, deben trabajar más allá de los 65 años -tiempo en el juego que Kiyosaki determina como tiempo extra-. Si bien es cierto, mantenerse activo ayuda a la salud física y mental, la diferencia está entre tener que trabajar para sobrevivir y dedicarse a una actividad, que realmente quiera hacer, para sentirse a gusto disfrutando de su tiempo extra.
Llegar al “tiempo fuera” sin haber ganado el juego sería bastante complicado, porque se está vivo, pero físicamente inactivo para seguir trabajando, cuando hay suerte, dependiendo de sus familias hasta el final de sus días.
En la medida en que avanzamos en edad, vamos avanzando en el juego, lo que no quiere decir, necesariamente, que lo estamos ganando. Una persona con 40 años estaría jugando el segundo cuarto, y puede ser que para ella sea normal trabajar duro todos los días, llegar a fin de mes y que su dinero nunca le alcance, ya que la mayor parte de lo que gana se lo están llevando sus deudas y sus gastos, además, no tiene ningún ahorro ni mucho menos inversiones.
Sin duda, esta es la misma estrategia que ha venido utilizando desde que inició el primer cuarto del juego y, probablemente, su falta de educación financiera y su mala relación con el dinero, no le permitirán ejecutar otro tipo de tácticas para poner el juego a su favor y así avanzar hasta el último cuarto de su vida productiva.
Lo lamentable es que cuando esta persona se dé cuenta, ya estará ad portas de iniciar su tiempo extra, sin más opciones que seguir trabajando para recibir sus ingresos, gastar, pagar deudas y volverse a endeudar. Ahora bien, cuando ya esté en el tiempo fuera, le quedará esperar a que una mano caritativa se apiade de su situación.
Puede que te suene un poco trágico, pero no por eso es menos real. Analiza tu situación y responde estas preguntas: ¿en qué cuarto del juego te encuentras? Y ¿cómo estás jugando? No esperes a caer en el abismo financiero para entender el juego y cambiar tu estrategia.
La buena noticia es que todavía ¡puedes ganar el juego! Comienza con un cambio de actitud, se consciente que eres el único responsable de tu futuro financiero, el protagonista de tu vida. Revisa cómo están tus finanzas en la actualidad, estructura tu plan financiero de vida de corto, mediano y largo plazo. ¡Define a dónde quieres llegar y ponte en acción!
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