Algo muy común en nuestro círculo de amigos, familiares o conocidos es escuchar las siguientes expresiones unos 10 días antes de la fecha de pago: “cuento los días para que sea 30, no tengo un peso entre el bolsillo”, o tal vez “¿me puedes prestar $50.000? yo te los devuelvo tan pronto me paguen” y la peor y más común “El dinero no alcanza para nada”.
La experiencia me permite afirmarles que estás frases podrían dejar de salir de nuestra boca, si tomáramos conciencia de cómo estamos manejando nuestras finanzas personales y familiares.
En primer lugar es importante que nos respondamos las siguientes preguntas:
- ¿Tengo claro el valor real de los ingresos mensuales que consignan en mi cuenta?
- ¿Realizo un presupuesto detallado de todos mis gastos cada mes?
- ¿Hago seguimiento al cumplimiento de este presupuesto?
Sólo cuando tenemos claro en qué gastamos nuestro dinero, podemos conocer la razón de nuestro SALDO EN ROJO antes de terminar cada mes, así como, iniciar un proceso de clasificación y priorización de gastos que nos brinde la tranquilidad de no tener que pasar por el momento vergonzoso de pedir prestado hasta para el almuerzo y el transporte del día.
En el área de las finanzas personales y familiares no hay fórmulas mágicas, el buen manejo depende de la organización, disciplina y voluntad que tengamos a la hora de repartir nuestros ingresos para cumplir con nuestras obligaciones. Recuerda que lo importante no es cuánto dinero ganas, sino cómo lo administras.
Hoy te invito a que te respondas a ti mismo las preguntas que te he planteado y reflexiones si la manera de manejar tus finanzas te da tranquilidad a ti y a tu familia. Si no es así, busca una motivación y ¡anímate a iniciar tu propio proceso para salir del círculo vicioso de no llegar a fin de mes! En mis próximas entradas encontrarás algunos TIPS para empezar.
