Podemos decir que los resultados se han normalizado, porque hay que tener en cuenta que el año 2021 y 1S 2022 fueron extraordinariamente buenos. De hecho, en ese año y medio la empresa ganó más dinero (23000M$) del que hoy vale en bolsa (alrededor de 21000M$), cosa que yo no he visto en ninguna otra gran empresa cotizada, salvo casos de beneficios extraordinarios causados, por ejemplo, por vender activos o parte del negocio.Y desde ese punto de vista, los resultados son buenos, un EBITDA de 2660M$ no es moco de pavo, sobre todo teniendo en cuenta que es una cíclica muy sensible a los precios de la energía, y los tiempos tumultuosos que corren. Curiosamente, son casi clavados a los del 3T 2018. La deuda neta es muy pequeña frente a la que tenía hace unos años y frente a la mayoría de las empresas, y eso es un seguro de vida contra las subidas de tipos de interés.Independientemente de los resultados, llama la atención que, con las recompras y consecuentes eliminaciones, hemos pasado de aproximadamente 1103M de acciones a finales de 2020, a los casi 878M actuales, es decir, se ha amortizado más del 20% del capital de la empresa, y eso también es crear valor para el accionista.En resumen, bien, tranquilidad y camino correcto.