La inflación a nivel del consumidor siguió cayendo en febrero, una señal alentadora de que los esfuerzos de la Reserva Federal para enfriar la economía con tasas de interés más altas están funcionando.
El índice de precios al consumidor aumentó un 6% anual en febrero, por debajo del 6,4% del mes anterior y justo en la lectura del IPC del 6% esperada entre los economistas encuestados por FactSet. El IPC subió un 0,4 % en febrero desde enero, en línea con las previsiones de los economistas y por debajo de una ganancia intermensual del 0,5 % en enero.
Un aumento en el costo de la vivienda, una reversión después de una caída en enero, representó más del 70% de ese aumento. El costo del alojamiento fuera de casa, incluidos los hoteles, aumentó un 2,6%. Los alimentos, la recreación y el mobiliario y las operaciones del hogar representaron partes más pequeñas de la ganancia general mes a mes.
La lectura de inflación del martes marca el aumento interanual más pequeño en el IPC desde el período que finaliza en septiembre de 2021, un recordatorio de cuánto tiempo la inflación ha sido una presión y una garantía de que se está enfriando.
La moderación de la inflación debería ayudar a tranquilizar a los inversores de que la Fed podría adoptar una postura más acomodaticia sobre la política monetaria, aunque las expectativas sobre el próximo movimiento del banco central ya han cambiado como resultado del caos en el sector bancario durante la última semana.
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