Los datos recientes se han vuelto demasiado para que los mercados los ignoren.
El mercado de bonos valoró nuevas subidas de tipos tras el gran informe de empleo de enero, cifras de inflación superiores a las esperadas y fuertes ventas minoristas.
Pero el mercado de valores había estado haciendo caso omiso de los sólidos datos económicos. Parece que la realidad ahora está afectando a las acciones. Es difícil saber cuál fue el colmo, pero un aumento mensual del 0,7 % en los precios al productor y algunos comentarios agresivos de la Fed parecen haber logrado el truco.
La presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, dijo que vio un caso convincente para un aumento de 50 puntos básicos en la reunión de enero del banco central, y agregó que la Fed necesita hacer más para que la inflación vuelva al 2%. El presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, dijo que se unió a Mester para presionar por un aumento mayor la última vez y no descartó un aumento de 50 puntos básicos en la reunión de marzo.
Ni Mester ni Bullard son miembros con derecho a voto, y el aumento de un cuarto de punto fue unánime, pero sí indica que los aumentos de tasas más agresivos son al menos parte de la conversación.
Desde la reunión de enero, podría decirse que los datos económicos también han fortalecido ese caso. Otro cambio para la reunión de marzo será la ausencia de Lael Brainard, uno de los miembros más moderados de la Fed e influyente, que se va a asesorar al presidente Biden.
La creencia de que una pausa de la Fed, o incluso un giro, no está lejos ha impulsado la carrera del mercado hasta ahora en 2023. Esa creencia ahora puede estar desapareciendo, junto con algunas de las ganancias de este año.
Giovanni Betancourt
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