Las decisiones económicas guiadas por sentimientos siempre han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, muchas veces han sido subestimadas, ignoradas o simplemente rechazadas por los defensores de la racionalidad económica.
Sin embargo, la evidencia que arrojan los mercados y la realidad es contundente, el ser humano advierte su explicación en este mundo por las emociones, por lo que le revelan sus sentidos básicos, el hecho de poseer una unidad morfológica con necesidades y gustos, lo hace especialmente consumidor, e incluso depredador.
Al contemplar la Historia, encontramos muchos ejemplos de decisiones emocionales, de hecho en la antigua Roma, los emperadores eran especialmente reconocidos por sus brutales y lujuriosas formas de gobernar, y en la edad media, el temor y el oscurantismo religioso influyeron en decenas de generaciones, convirtiendo estos sentimientos en factores condicionantes de comportamiento. Si contemplamos hoy las emociones básicas del ser humano, encontraremos la evidencia que hemos ignorado.
El factor deseo, la economía del sexo
Una de las primeras realidades de las decisiones emocionales que generan verdaderas olas económicas, es la representada por los deseos biológicos básicos, y en éstos, el deseo sexual es quien genera grandes ganancias. Desde que el Hombre habita el planeta, la sexualidad ha sido el vínculo para la supervivencia, y ha estado presente en todas las formas de expresión. El sexo es una necesidad inaplazable, que iguala a las personas e identifica culturas. El deseo sexual es un sentimiento más fuerte que el odio, el miedo o la tristeza. Y es la realidad económica del sexo la que desarrolla verdaderas industrias.
La publicidad de hoy no se concibe si no se emiten insinuaciones y estímulos al acto sexual, las conversaciones diarias en los sitios de trabajo, en reuniones de ejecutivos, en los colegios, en el parque, en la calle, están plagadas de idiomática sexual. Los programas radiales, televisivos, y magazines, interactúan persuadiendo claramente al consumidor a tener sexo como una forma de libre expresión. Las recompensas sexuales son diarias en las parejas normales y anormales; de hecho el sexo ha decidido por años el futuro de muchos acuerdos políticos, estratégicos y religiosos.
Según la revista económica Forbes (mayo 2011), la pornografía en Estados Unidos es un negocio de 13 mil millones de dólares al año, los norteamericanos gastan esta cantidad en videos, actos sexuales en vivo, programas adultos de televisión por cable, objetos sexuales, pornografía en Internet. Se estima que 5,5 millones de americanos emplean 11 horas semanales en estos sitios.
En Medellín, Colombia, el comercio de mujeres vírgenes se ha convertido en un negocio rentable, el turismo sexual regional se ha vuelto fuente de ingresos para muchos.
El sexo es un complejo cluster que agrupa cine, televisión, revistas, turismo, Internet, medios alternativos y soporta las crisis financieras como la del año 2008. Las cifras de 2010, en la industria de la pornografía, confirman que es un negocio en ascenso, y se encuentra lejos de sufrir depresiones económicas. Los ingresos de la industria de la pornografía a nivel mundial, según Forbes, fueron de 97 mil millones de dólares al año, con China a la cabeza, seguida por Corea del Sur, Japón y Estados Unidos; este último se vio curiosamente superado por países asiáticos que demandan pornografía americana.
Del total de ingresos, los chinos recibieron 27 mil 400 millones de dólares el año pasado por diversiones pornográficas, mientras que Corea del Sur obtuvo 25 mil 700 millones, Japón 20 mil millones y Estados Unidos 13 mil 300 millones.
Cada segundo se gastan poco más de tres mil dólares en pornografía en todo el planeta y cada segundo 28.258 internautas ven material pornográfico en la red. Igualmente, cada segundo 372 internautas buscan ese material a través de palabras clave en los grandes buscadores de Internet.
El país latinoamericano que más ingresos por concepto de industria pornográfica recibió fue Brasil, con 10 millones de dólares. Se calcula que en Río de Janeiro y Sao Paulo se filman 2000 películas pornográficas por semana, entre productoras profesionales nacionales y extranjeras, e industria aficionada. Entre las naciones de habla hispana, solamente España se encuentra en el cuarto lugar mundial entre los productores de videos porno, superada únicamente por Estados Unidos, el primer productor, Brasil y Holanda.
Actualmente, las ganancias de la industria pornográfica son superiores a las de todas las grandes compañías de tecnología juntas, incluyendo a Microsoft, Google, Amazon, eBay, Yahoo!, y Apple.
El factor ambición, la economía del crimen
Tan explícita como el sexo, es la ambición, el sentimiento desmesurado por tener más de lo que se puede, de lo que se quiere y de lo que se observa, aun cuando, la ambición no saciada es incentivada por el efecto demostración, tan presente en las culturas capitalistas. Seguramente muchos de los narcotraficantes se escudan en las dificultades y precariedades económicas que experimentaron de niños, y en cierta manera es explicable, más en economías tan desiguales como la Colombiana. Pero independientemente de esta verdad, si se analiza la ambición como generadora del crimen organizado se pueden encontrar auténticos monopolios que combinan sentimientos reprimidos.
La economía del crimen encuentra su auge en lo prohibido, en lo vetado, se alimenta de lo oscuro, y del deseo de quienes buscan emociones y riesgo, ésta es la demanda de lo que no se permite hacer o tener, la demanda de lo prohibido; por otra parte, la ambición hace lo propio del lado de la oferta, convirtiendo a los “capos” en proveedores del deseo, y en reyes midas para si mismos.
Las cifras que genera el narcotráfico hoy son incalculables, agrupa diferentes industrias, desde el mismo proceso de producción de mercancías toxicas, hasta su comercialización, integrando verticalmente todos los agentes.
El primer informe de la Junta para la Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas, con fecha 2 de marzo de 2011, revelado en Viena, presenta cifras aterradoras sobre el negocio del trafico de drogas. El narcotráfico internacional genera anualmente unos beneficios cercanos a los 400.000 millones de dólares, aproximadamente un 8 por ciento del comercio mundial.
En 1994 esa cifra fue mayor que la del comercio internacional de hierro, acero y vehículos de motor, relativamente parecida al volumen total del comercio internacional de textiles, indica el informe, que ha sido financiado por los gobiernos de España, Italia y Suecia.
Los beneficios que pueden obtenerse de la industria de la droga ilícita son tales que apenas les hace mella los decomisos del producto en su trayecto hacia el mercado, es decir, de los decomisos, incautaciones y desmantelamientos realizados en todo el mundo, solo logran hacer impacto en un 8% de la producción total.
Durante los años noventa, se calcula que se ha interceptado alrededor de la tercera parte de la cocaína objeto del tráfico, pese a lo cual la industria ha seguido prosperando. Los traficantes tienen incentivos sobrados para soportar los riesgos y los costos de la interceptación, ya que los beneficios de una mera fracción de los cargamentos que se consigan introducir pueden cubrir los costos del cargamento perdido mil veces mas.. (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, Organización de las Naciones Unidas, 2010, p. 23.) El informe de fecha 2 de marzo de 2011, contiene los informes presentados en 2010, en este caso se incluyen las cifras estimadas en ese año.
El factor miedo, la economía de la seguridad
¿Quién no desea sentirse seguro en esta realidad?
Los noticieros de televisión, los periódicos, la Internet, la radio informan sobre asesinatos, violencia callejera, persecuciones, secuestros, y atrocidades. El dilema diario de muchas personas consiste en si se justifica salir a las calles, si no es mejor quedarse en casa y hacer una vida totalmente virtual. Las consultas por ataques de pánico se han multiplicado en los consultorios médicos.
Existe un grado de paranoia colectiva que desarrolla el deseo por la protección, por la seguridad. En Estados Unidos se incrementó la compra de armas después de la elección del presidente Obama, ¿la razón?
Los rumores que Barak Obama pueda lanzar una nueva ley mucho más restrictiva entorno a las armas de fuego, que afectaría principalmente a pistolas y armas de asalto semi-automáticas, ha supuesto una amenaza a las libertades de los ciudadanos quienes han perdido confianza en su presidente. (Portal Armas Adictos, 2008, p. 2). ¿Qué está sucediendo? Ningún americano se ha sentido tan inseguro desde los atentados de 9/11 como ahora, cuando ven amenazada la satisfacción del sentimiento de protección por años inculcada en el imaginario del americano promedio.
El factor miedo es capaz de generar grandes conglomerados económicos y fomentar regímenes de seguridad, políticas de gobierno, y por supuesto tráfico de armas.
¿Cuánto cuesta vivir con seguridad en una ciudad como New York, México DF. o Bogotá?
Según expertos en seguridad, una buena protección oscila entre los US$20.000 y US$30.000 por mes, y esta consiste en tener al menos cinco elementos de protección, entre los que se encuentran: un GPS para el automóvil, blindaje normal, equipo de alarmas inteligentes para la residencia, guardaespaldas y perro de protección.
¿Y qué decir de la industria armamentística mundial?
El informe realizado por el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (2009) afirma que la industria armamentística es la única industria que es casi intocable a las recesiones económicas
“La industria armamentista, al contrario que la del automóvil, depende del gasto de los gobiernos más que de los consumidores”.
(Gill Bates, 18 de octubre de 2009, Director del Instituto de investigación para la paz de Estocolmo SIPRI), por sus siglas en Sueco, y esto la hace prácticamente indestructible. El sector dispone ya de los fondos estatales que necesita para mantenerse; el mundo se gastó en 2008 un 4% más en material militar que a lo largo del año anterior. En total, 1.464 millones de dólares.
Según el informe, la industria armamentística resistió con creces la crisis financiera de 2008 y 2009. Los países asiáticos, europeos y Estados Unidos, continuaron incrementando su capacidad de fuego. En la lista de los grandes compradores de armamento, China ha desbancado a Francia del segundo puesto. Los galos ocupan ahora el tercer escalón, seguidos de Gran Bretaña, Rusia y, en sexto lugar, Alemania. En cuanto a las exportaciones de productos castrenses realizadas durante los últimos cinco años, los germanos se sitúan incluso en tercer lugar, por detrás de Estados Unidos y Rusia.
Esta evidencia muestra que tan solo tres sentimientos humanos son capaces de crear y desarrollar mercados permanentes, que demandan recursos, dinero, personas, y se retroalimentan, unos a otros, por las mismas emociones que transmiten. Evidencia inocultable que las decisiones humanas pasan por una carga de sentimientos que necesitamos valorar, entender y discernir para la creación de un mejor futuro global.