En el fútbol como en la bolsa, se mueven una serie de emociones que van desde la euforia y la alegría, hasta la frustración y tristeza, tanto los jugadores como espectadores tienen una serie de expectativas, al igual que los inversionistas, mientras que unos creen que van a ganar y lo van a dar todo en la cancha, otros piensan que no va ser tan fácil el juego y que el rival es complicado, por su parte, en los mercados bursátiles, se encuentran los toros y los osos, esperando a que suban o bajen las acciones respectivamente.
En ese orden de ideas, el fútbol, aunque es un mundo muy diferente en relación a los mercados bursátiles, contiene varios aspectos que se asemejan y que se pueden convertir en lecciones valiosas aplicables en la inversión en bolsa, tales como:
1. La estrategia. El cuerpo técnico junto con los jugadores de cada equipo, siempre estudian muy bien a sus rivales, para definir los objetivos y la estrategia de juego adecuada para enfrentarlos, así mismo, la alineación en la cancha y el rol de cada jugador de acuerdo a su posición siempre se definen antes de cada encuentro, de la misma forma, toda inversión en bolsa, debe ser analizada previamente, estudiar los fundamentales de cada empresa, así como las tendencias de sus precios y puntos clave de soporte y resistencia, para establecer si es o no el momento oportuno para entrar a comprar o a vender según sea el caso, así como evaluar los posibles riesgos que se pueden presentar, y así mismo, definir los objetivos de entrada y de salida.
2. Las expectativas pueden cambiar en cualquier momento. No siempre la estadística se cumple en los partidos de fútbol, tal es el caso, de la selección de Alemania en el mundial de Rusia 2018, que por primera vez después de 28 años, perdió un partido en un debut mundialista contra la selección de México, quienes los sorprendieron y mantuvieron el marcador hasta el final del encuentro. De igual forma, sucede en bolsa, no siempre los precios de las acciones se comportan de la misma forma, ni tampoco las opiniones de la mayoría de analistas se cumple todo el tiempo, un ejemplo de eso se presentó con las acciones de Ecopetrol, que a mediados del año 2017 su precio se encontraba alrededor de los $1370 COP y la mayoría de agentes del mercado le asignaban un precio objetivo máximo de $1400 COP a $1600 COP siendo los más optimistas, a la fecha su precio se mantiene en rangos de los $2800 COP - $3000 COP, con una valorización de más del 100%.
Por lo tanto, las condiciones cambian, al igual que las expectativas, por lo que resulta conveniente estar siempre atentos a todo cambio en la tendencia de los precios y en los fundamentales del sector o de la empresa, para tener mayores probabilidades de anticiparse a los próximos movimientos o variaciones que se pueden presentar.
3. Aprender en cada operación. La selección Colombia empezó perdiendo en el mundial de Rusia 2018, pero al final paso a octavos de final, ubicándose en primer lugar en su grupo con una notable mejora en su juego. Igualmente, sucede en la bolsa, no todas las posiciones son ganadoras, o salen como se esperan, lo más importante, es aprender continuamente, tanto de los aciertos como de los errores, persistiendo en el juego, puliendo la estrategia y mejorando continuamente.
4. Respetar los objetivos. El equipo de Japón en octavos de final del campeonato mundial, le iba ganando por dos goles a la selección de Bélgica en el segundo tiempo, sin embargo, en menos de diez minutos Bélgica empató y terminó ganando el partido en el último minuto del encuentro. De la misma forma, a veces no se respeta el take profits esperando ganar más y de repente la acción da una vuelta y se pierde todo lo ganado, o se pasa por alto el stop loss quedando atrapado en la acción, pues los mercados son fluctuantes y se debe siempre tener claro los objetivos de salida, tanto de ganancias como de perdidas y al mismo tiempo respetarlos, con eso se evitan una cantidad de desilusiones.
Finalmente, en la bolsa como el fútbol, hay una serie de probabilidades en juego, la tarea consiste en saber aprovechar las oportunidades cuando las probabilidades están a favor con una adecuada gestión del riesgo, y en lo posible, no enamorarse de las acciones, pues se corre el riesgo de sufrir las grandes fluctuaciones emocionales que viven los aficionados en cada partido de su equipo.