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¿Cómo cuidarte de caer en DEUDAS?



Conozco muchas personas que, a pesar de que su economía personal esté pasando por momentos catastróficos, no dejan de salir los fines de semana, por ejemplo, a comer en restaurantes o a sitios nocturnos a beberse los mejores licores, y tampoco dejan de adquirir productos y/o servicios que están lejos de ser indispensables. Puede que te preguntes ¿cómo hacen esto si no tienen la capacidad económica para pagarlo? La respuesta es: ¡deudas! hipotecan su futuro a cambio del placer inmediato.

Si en la actualidad tu situación financiera es muy complicada y te cuesta cubrir tus necesidades básicas, la solución no es seguir asumiendo deudas, necesitas tomar el control de tu flujo de efectivo y aprender nuevas formas de generar dinero.

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La deuda por sí sola no es algo malo. Esta es una herramienta que puede ser muy útil cuando se utiliza con la sabiduría y estrategia correctas. Si solamente tomas deudas sin pensar en las consecuencias económicas que éstas pueden traerte, es muy fácil que te metas en problemas, incluso cuando la deuda sea la única salvación que tengas a la mano.

Entonces, ¿qué es lo que puedes hacer para cuidarte de las deudas y que estas no terminen por quemar tus ingresos hasta reducirlos a cenizas?

1. Nunca adquieras una deuda sin crear previamente una estrategia para saldarla

Antes de comprar algo a través de crédito necesitas conocer tu capacidad de pago, para lo cual debes acudir a la información que te brinda tu presupuesto mensual de ingresos y gastos, de esta forma, podrás crear un plan de acción para saldar cada uno de los compromisos financieros en el tiempo. Si al crear ese plan te das cuenta de que necesitarías hacer demasiados sacrificios, o tu presupuesto quedaría muy ajustado, o peor aún, que el pago de las cuotas mensuales de tus créditos actuales superan el 30% de tus ingresos, es preferible que lo consideres dos veces ya que no te estarías dando espacio de maniobra y sin duda terminarías sobre endeudado.

2. Solo adquiere deudas cuando éstas tengan la capacidad de mejorar tu calidad de vida

Recordemos que existen las deudas malas, que no nos producen ningún beneficio económico, porque son el producto de nuestros deseos y de nuestra falta de planeación, ya que, acudimos a ellas, solo para adquirir caprichos.  Por otra parte, existen las deudas buenas, en las que no sólo se adquiere la obligación sino también un beneficio económico. Es decir, cuando adquirimos este tipo de deuda, no lo hacemos por consumistas, sino porque ese dinero que prestamos va a trabajar para nosotros, generando un retorno superior al costo del crédito.

Entonces, no es lo mismo adquirir una deuda para pagar parte de un apartamento que pondrás en arriendo para adquirir un ingreso mensual, que hacerlo para adquirir el último celular que salió al mercado. La primera mejorará tu situación financiera, mientras que la segunda se trata de un simple capricho que, aunque puede darte felicidad, se pasará cuando salga un nuevo modelo que también quieras adquirir.

Si estás pensando en meterte en una deuda, pásala primero por este filtro y verás cómo muchas se quedan por fuera y aunque quizá te lamentes en ese momento, tu bolsillo se sentirá aliviado.

3. No tomes decisiones financieras basándote en la emoción

Nuestras emociones a veces pueden cegarnos si no tenemos la capacidad de controlarlas y eso puede hacernos tomar decisiones incorrectas. Conociendo esto, lo mejor es tomar acciones para desarrollar nuestra inteligencia emocional. Además, los comercios suelen tener muchas estrategias para emocionarnos y hacer que queramos comprar más cosas así no contemos con el dinero necesario para hacerlo.

4. Aprende a decir y a decirte que no

Este punto es el de la disciplina, es uno de los más importantes porque te servirá no solamente para mantener las deudas bajo control, sino también para otros aspectos de tu vida.

Hay personas a las que les cuesta más decirle que NO a otros (ya a sea a familiares, amigos y hasta vendedores), por lo que suelen ceder a la presión. Pero no tiene por qué ser así, necesitas aprender a decir que no sin sentirte mal o culpable. Si algo no te conviene no dudes en decir que no, tu salud financiera te lo agradecerá.

Por otro lado, también es importante que logres desarrollar la autodisciplina: decirte que no a ti mismo. En ocasiones podemos ser demasiado consentidores con nosotros mismos, lo que puede ocasionar problemas en las finanzas personales cuando no sabemos ser equilibrados en ese punto.

Te invito para que compartas en los comentarios que otras estrategias has utilizado para evitar caer en deudas. 

 
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