Al igual que la salud física y mental, la salud de tus finanzas necesita dedicación y cuidado especial. Para mantener sano el cuerpo y la mente, debes seguir consejos médicos, tales como: hacer ejercicio diario, tener una buena alimentación, no fumar, no tomar, entre otras actividades que, con una práctica adecuada y constante, te ayudarán a prevenir muchas enfermedades.
Ahora bien, para mantener sanas tus finanzas también existen parámetros que debes tener en cuenta, entre otros, elaborar un presupuesto mensual, controlar gastos, revisar y revaluar constantemente hábitos de consumo, cultivar el hábito del ahorro y educarte financieramente. Debes acostumbrarte a tomar el pulso de tus finanzas, ser preventivo y no esperar para intervenirlas ¡cuando ya estén a punto de entrar a la Unidad de Cuidados Intensivos!
Todo en la vida debe tener un equilibrio. El buen estado de salud de las finanzas es parte de ese equilibrio y redunda en beneficio de la salud física y mental. ¿Has escuchado hablar del estrés financiero? De acuerdo con la publicación de la revista FORBES de México, cuando tienes una deuda, cuando no tienes dinero suficiente, cuando pierdes el trabajo o alguien que te iba a pagar no lo hace, se genera una carga que llevas encima todo el tiempo, causando estrés financiero.
Las consecuencias de esta carga no se harán esperar. Así te esmeres en disimularla, la tensión y presión que producen las situaciones arriba descritas, te harán explotar en algún momento, generarán un ambiente poco agradable en el trabajo, en la casa con tus seres queridos y en todos los lugares que frecuentes. Te conviertes en una persona GRUÑONA y AMARGADA, lo que, sin duda alguna, repercutirá negativamente en tu salud física y mental.
Es muy importante que entiendas que este tipo de estrés no se cura con masajes, ni mucho menos con vacaciones, por el contrario, ¡este remedio resultará peor que la enfermedad!
Entonces, conocidas ya las nefastas consecuencias que el estrés financiero conlleva para tu salud y tus relaciones personales ¿cuál es la excusa para no ser preventivo en la salud de tus finanzas? Recuerda: el que no oye consejos no llega a viejo, ¡es mejor prevenir que lamentar!
Empieza tu rutina con estos 5 ejercicios financieros:
Estructura tu presupuesto mensual: este ejercicio desarrolla el músculo de la organización, cuando tienes un presupuesto eres tú quien decide con anticipación qué ruta debe seguir tu dinero. No olvides que dinero y presupuesto son amigos inseparables.
Controla tus gastos: utilizar la herramienta del registro diario de gastos te permitirá conocer, en detalle, a dónde va a parar el dinero que sale de tu bolsillo. Esta es una práctica saludable para desarrollar el músculo de la disciplina.
Revalúa tus hábitos de consumo: Tu desafío aquí consiste en identificar los malos hábitos que te han llevado a deteriorar tus finanzas y te están impidiendo avanzar hacia una mejor calidad de vida, así mismo, debes definir las acciones que realizarás para eliminarlos. Esto te ayudará a definir el músculo de la sensatez.
Empieza a pagarte a ti mismo primero: cada vez que lleguen los ingresos toma religiosamente una parte de ellos para dedicarlos al AHORRO con fines de inversión. Con esto desarrollarás el músculo de la constancia.
Edúcate financieramente: invertir en ti es lo mejor que puedes hacer, este es un ejercicio básico para desarrollar tu inteligencia financiera que, sin duda, te ayudará a tener una nueva visión del dinero y a enfrentarte, con herramientas sólidas, a la toma de decisiones financieras.
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